5 problemas que la ortodoncia puede tratar
5 problemas que la ortodoncia puede tratar
5 problemas que la ortodoncia puede tratar. Join Dental, especialista en Ortodoncia en Oviedo.
La maloclusión puede dificultar la masticación, el habla de una persona y los hábitos de higiene dental. La sobremordida, submordida o los dientes torcidos también pueden llegar a causar otro tipo de problemas más generales, que los dentistas podrían diagnosticar de manera errónea como algo no relacionado con la maloclusión. A continuación, os dejamos los 5 problemas más comunes que la ortodoncia puede solucionar.
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5 problemas que la ortodoncia puede tratar
1. Bruxismo
El bruxismo o rechinar de dientes puede llegar a agrietar y desgastar el esmalte de los dientes. La mayoría de personas no saben que tienen bruxismo, ya que este sucede en mayor parte mientras se duerme. Acuden a su médico de cabecera para intentar tratar su dolor facial, cefaleas o molestias en los músculos de la mandíbula. Por desgracia, los signos del bruxismo tienen demasiadas similitudes con otros problemas de salud que los médicos pueden llegara diagnosticar por error.
La ortodoncia ofrece la mejor protección para los dientes dañados por el bruxismo. En ocasiones, el bruxismo se debe a la ansiedad y estrés, que se pueden minimizar gracias a antidepresivos o con ayuda profesional. Otra de las causas más habituales del bruxismo es la propia maloclusión. Los dientes mal alineados golpean y rechinan entre ellos al masticar comida.
Para masticar correctamente, las personas que sufren de maloclusión tienen que hacer más fuerza al masticar, lo que hace que los músculos ejerzan más presión, junto con las articulaciones de la propia mandíbula. Además, el bruxismo tanto diurno como nocturno, puede provocar otras molestias como acúfenos, dolor en los oídos, o dolores de cabeza.
2. Dolor de oído
La falta de dientes junto con la maloclusión hacen que la mandíbula y los músculos de la cara tengan que trabajas de más para poder juntar los dientes para realizar acciones como masticar o hablar. La contracción de estos músculos de la mandíbula a una tensión excesiva, lo que provoca rigidez y compresión. Los espasmos musculares pueden desalinear las articulaciones de la mandíbula y provocar microtraumatismos en la articulación temporomandibular. Dado que esta articulación y el oído interno comparten la inervación a través del quinto nervio, la inflamación resultante puede producir dolor de oído u otalgia.
El dolor de oído también puede surgir si uno o varios molares están torcidos y ejercen presión sobre el nervio alveolar inferior. Los molares inclinados pueden incidir en el nervio alveolar inferior, lo que provoca un dolor muy intenso. Este nervio suministra sensibilidad a los dientes inferiores y se ramifica del nervio mandibular, que es una rama del nervio trigémino.
A menudo se puede relacionar la causa del dolor de oído que no implique una infección obvia del propio oído o un traumatismo en el oído interno con problemas dentales, como la maloclusión, las caries o los terceros molares parcialmente erupcionados o no erupcionados. Por tanto, el tratamiento de ortodoncia debería eliminar el dolor de oído no asociado a una infección u otros trastornos fisiológicos.
3. Dolor de cabeza
Las investigaciones indican que las mordidas cruzadas y posteriores, las sobremordidas y las submordidas están relacionadas estadísticamente con los dolores de cabeza crónicos o recurrentes. Los niños y adolescentes con trastorno de la articulación temporomandibular (TTM) informan con frecuencia de cefaleas tensionales como síntoma principal. Cuando a los pacientes con TTM se les palpan los músculos de la masticación, muchos informan de la sensación de un dolor de cabeza. Los médicos apuntan a la implicación de la vía del dolor del trigémino que se extiende hasta el sistema nervioso central como la razón de la aparición de cefaleas debidas a los TTM.
Las mordidas cruzadas posteriores y las sobremordidas de al menos 5 mm de anchura aumentan el riesgo de dolores de cabeza en niños y adolescentes. No obstante, se ha comprobado que otros tipos de maloclusión presentan un bajo riesgo de cefalea en niños y adolescentes. El tratamiento de ortodoncia sólo se recomienda después de descartar otras posibles causas (biológicas, ambientales, químicas) de las cefaleas.
4. Trastorno de la ATM
Las articulaciones temporomandibulares (ATM) que conectan el maxilar inferior con el cráneo, dependen de los movimientos sincronizados de los músculos, ligamentos y huesos que las componen. Cuando uno de estos componentes no funciona con normalidad, surge el dolor cuando una o ambas ATM experimentan tensión e inflamación.
Los síntomas del ATM incluyen dolor de mandíbula, chasquidos de mandíbula, dolor de oído, dolor de cabeza y dolores faciales. A menos que se trate con ortodoncia, el ATM puede erosionar el esmalte debido a la desalineación, fomentar la caries dental e incluso provocar grietas.
Además del traumatismo mandibular y la degeneración prematura de la articulación, la maloclusión es una razón subyacente común de los síntomas del trastorno de la ATM. De hecho, la maloclusión es uno de los factores etiológicos más citados del trastorno temporomandibular. Los tratamientos de ortodoncia recomendados para el ATM debido a la maloclusión incluyen aparatos de reposicionamiento anterior, enfoques ortognáticos y terapia de aparatos oclusales.
5. Acúfenos
Los acúfenos o tinnitus son zumbidos o pitidos en el oído que no responden a tratamientos quirúrgicos o antibióticos. Aunque estos no suelen ser dolorosos, es psicológicamente difícil de sobrellevar, y a veces provoca en las personas afectadas ansiedad, depresión y/o insomnio.
Los informes que indican que los acúfenos o el tinnitus desaparece después de que a los pacientes se extraigan las muelas del juicio o los abscesos, o se les trate con aparatos de ortodoncia para el TTM, han sido validados por los investigadores que estudian la relación entre la maloclusión y los zumbidos del oído. Se cree que los acúfenos debidos a la maloclusión se producen cuando la espasticidad y la fatiga de los músculos de la masticación provocan una tensión en el oído interno. Además, existen pruebas de que la maloclusión podía contribuir al vértigo y al tinnitus conjuntamente si la maloclusión es lo suficientemente grave.
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